La Iglesia de San Bartolomé de Aldeacueva te sorprenderá por ser un templo imponente y desmesurado que traspasa lo razonable, además de por el extraordinario entorno natural en el que se encuentra.
Indice
- La iglesia de Aldeacueva
- El legado indiano de Pedro Negrete
- Un templo monumental
- Patrimonio histórico y artístico
- Cómo llegar a la Iglesia de San Bartolomé de Aldeacueva
- Otros lugares de interés cercanos
La iglesia de Aldeacueva
La Iglesia de San Bartolomé, localizada en el barrio de Aldeacueva, en el valle de Carranza, es un interesante edificio desde el punto de vista artístico y religioso, construido en el último cuarto del siglo XVIII, en el contexto histórico de la emigración a las Américas. Una etapa floreciente para el Valle en la que surgieron notables edificaciones, tanto de carácter civil como religioso.
EL LEGADO INDIANO DE PEDRO NEGRETE
La obra es fruto de la aportación económica de Pedro Negrete Sierra, oriundo de Aldeacueva. Un auténtico símbolo de la generosidad que mostraron los indianos de dicho valle. Pedro Negrete (1681-1749) alcanzó el grado de Capitán de los Reales Ejércitos, recibiendo en 1741 el hábito de Caballero de Santiago. Emigró a México donde amasó una gran fortuna, pero no retornó a su valle. Murió soltero y fue sepultado junto al altar mayor de la capilla de Nª Sª de Aránzazu de Santo Domingo en Ciudad de México.
Este mecenas carranzano quiso levantar en su pueblo, inicialmente, un templo similar a la catedral de San Miguel de México. Posteriormente, propuso la construcción de un Colegio de la Compañía de Jesús, pero tras su fallecimiento los albaceas testamentarios decidieron levantar una iglesia que sustituyera a la existente, que se encontraba en mal estado.
Para ello, Pedro Negrete no escatimó en medios. Había legado una cuantiosa suma de dinero al templo e hizo traer los planos de la capital azteca. Así, el cabildo de la iglesia inició la construcción encargando los planos para el nuevo templo al académico Juan Milla.

UN TEMPLO MONUMENTAL
El proyecto data de 1740 aunque se paralizo durante 35 años. El templo se alzó a partir de 1789, consagrándose en 1794. La iglesia es realmente reseñable por su tamaño que, al estar ubicada sobre una colina, aumenta aun más la sensación de grandeza. Asimismo, destaca la escasez de elementos decorativos y su refinado diseño. Está catalogada como una de las iglesias más emblemáticas de Bizkaia del siglo XVIII.
Juan Milla tuvo la difícil misión de adecuar la traza barroca de la iglesia de San Miguel (1690-1714) a los nuevos gustos del momento. De ahí que eliminara gran parte de los elementos barrocos del proyecto inicial, resultando la obra una propuesta un tanto indefinida, a medio camino entre un barroco contenido de tradición escurialense y un neoclasicismo aún no del todo asimilado en los aspectos formales aunque sí en su concepción espacial. Así pues, se podría clasificar de estilo Temprano Neoclasicista.
Este tracista era delineante del famoso arquitecto Juan de Villanueva, artista de transición hacia el neoclasicismo y muy afecto a la tradición clasicista del siglo XVII. Los encargados de la obra fueron el arquitecto Antonio Vierna, natural de la Trasmiera y el cantero, también montañés, Francisco Sierra.
PATRIMONIO HISTÓRICO Y ARTÍSTICO
Este edificio, de grandes dimensiones, se organiza en una planta cuadrangular en forma de cruz griega inscrita dentro de un rectángulo, más otros cuatro espacios en las esquinas y sacristía alineada con el ábside. A los pies se sitúa el coro, en alto, entre estancias que sirven de paso a las escaleras de acceso a las torres que flanquean la fachada.
El edificio está soportado con columnas frenteadas por pilastras de orden toscano, que sostienen un entablamento dórico con friso liso y una resuelta cornisa corrida y quebrada. Estos elementos estructurales se aparejan en sillería, magníficamente labrada, mientras que el resto de los muros se presentan revocados.

La iglesia presenta una estructura compleja en su cubierta. En la parte central, el crucero, obra una cúpula ciega con una techumbre octoganal y, en el resto de las estancias, la cabecera y los brazos del crucero, unos cañones cubiertos a tres aguas. En su exterior se aprecia claramente esta composición modular de prismas cúbicos escalonados hacia el centro. La iluminación se realiza a través de vanos rebajados que se abren en los brazos del crucero.
En la fachada principal, de sillería de estilo herreriano evocando las obras de los seguidores del arquitecto Juan de Herrera (autor de El Escorial), la entrada se sitúa bajo un arco de medio punto sujeto por pilastras gigantes. Sobre la puerta adintelada aparece un tímpano de forma semicircular con un óculo, rematado con un frontón recto.
CAMPANAS DE SAN BARTOLOMÉ
Esta fachada está flanqueada por una torre a cada lado con vanos semicirculares en su parte superior, que se coronan con pináculos de bolas y que hacen la función de campanario. Actualmente cuenta con tres campanas y en dos de ellas se muestra la fecha – 1952 -, la tercera campana es original y conserva la inscripción “MDCCLXXXX”, también se vislumbra la ilegible firma del autor.
Respecto del mobiliario, desaparecido casi todo, lo más interesante es la historia del martirio de San Bartolomé, obra incompleta, en madera, del escultor cortesano José Guerra, de 1791. Es de reseñar también un lienzo moderno de la Virgen de Guadalupe.

Cómo llegar a la Iglesia de San Bartolomé de Aldeacueva.
Para llegar a la Iglesia de San Bartolomé de Aldeacueva desde nuestra Casa Rural / Restaurante Gailurretan lo primero es dirigirnos hacia el cercano barrio de Concha. Tras rebasar el chalet “Portillo” en La Tejera debemos cruzar el puente que hay frente a la Casa de Cultura para tomar la carretera BI-4672 hacia Aldeacueva. Aquí podremos estacionar junto a la iglesia.
Si queremos dirigirnos desde el ayuntamiento de Karrantza, sito en el barrio de Concha, seguiremos el letrero hacia “Lanzas Agudas”. Enseguida tomaremos un desvío a la derecha, frente a la citada Casa de Cultura, en dirección al barrio de Aldeacueva por una tranquila carretera de montaña en subida. La iglesia nos sorprenderá de repente en lo alto de una loma.
San Bartolomé abre sus puertas y celebra misa en agosto con motivo de las fiestas del santo. El resto del año permanece cerrada.
Lugares de interés cercanos a la iglesia de Aldeacueva.
Junto a la iglesia de San Bartolomé se encuentra una pequeña área recreativa. Se extiende, desde el frontal de la iglesia, por la ladera que hay entre la carretera y el alto del cerro. La mayor parte de las mesas se encuentran a la sombra de un pequeño bosque de rebollos y castaños. Quienes prefieran el sol, hay una agradable campa en uno de los laterales del templo, desde donde se puede disfrutar de unas hermosas vistas.
Cueva de Aldeacueva
En la parte baja del barrio, al pie de la peña existe una de las cavidades del valle en las que se han descubierto restos de enterramientos prehistóricos. Tiene una boca espectacular de 41 m. de ancho por 15 m. de alto, y se interna unos 140 metros por las entrañas de la tierra.
Aquí se encontró una necrópolis infantil, con vestigios de incineraciones, datada por los especialistas en el período eneolítico. Asimismo, se hallaron fragmentos de cerámica y colgantes.

Monte Cotobasero
El barrio de Aldeacueva es un buen punto de partida para la ascensión al monte Cotobasero (829 m.). Un privilegiado balcón con magníficas vistas de todo el Valle de Carranza. Es una cómoda ruta, plagada de monumentos megalíticos.