Lanestosa es una villa medieval, a la par que el municipio más pequeño de Bizkaia, además del más occidental. Curiosamente limita con el municipio más extenso de la provincia, Karrantza.
Contenido:
- Conoce la historia de Lanestosa, villa medieval.
- Pequeño conjunto arquitéctonico.
- Qué ver en Lanestosa e itinerario:
- Casas de Indianos
- Plaza Nueva
- Iglesia de San Pedro
- Calle Real
- Palacio Colina
- Calle Mirabueno
- Casa de labranza
- Plaza Vieja
- Callejón empedrado
- Calle Gutiérrez Martínez
- Calle Lehendakari Agirre
- Puente Viejo
- Antiguas escuelas y lavaderos
- Tradiciones y festejos.
- Alrededores de interés.
- Visita guiada.
Conoce la historia de Lanestosa, villa medieval.
Lanestosa fue fundada en el siglo XIII, junto al antiguo Camino Real, siendo el paso natural desde la meseta castellana hacia el Cantábrico. Se constituyó en la segunda villa del antiguo señorío de Vizcaya, tras Balmaseda.
La villa ha sido testigo privilegiado de la historia desde tiempos inmemoriales y un enclave estratégico entre Cantabria y la Meseta. Lo que implicaba que fuera paso obligado para todo tipo de viajeros, comerciantes y transportes de mercancías. Incluso llegó a tener una estafeta. Esta circunstancia ha sido el factor fundamental de su existencia y a ella debe sus mejores tiempos de esplendor económico y desarrollo.
Es un lugar mágico para visitar, al conseguir mantener intacto su casco histórico con el paso del tiempo. Adentrarse en él y recorrer sus callejuelas empedradas nos trasportará a la Edad Media.
Pequeño conjunto arquitéctonico.
Estamos ante uno de esos pueblos con encanto, de pequeñas dimensiones. Su ordenamiento urbano responde a un diseño de tres viales rectos, en su mayor parte empedrados y paralelos al río, que se cruzan con otros dos más cortos.
Sin perder su carácter rural, Lanestosa presume de su arquitectura popular, compuesta por casonas de balcones corridos al estilo cántabro y la casa de labranza más antigüa, de su Iglesia y plaza porticada, de algunos palacios de los siglos XVII y XVIII, entre los que destaca el Palacio Colina, del único callejón que conserva el empedrado original, del puente viejo, las escuelas y lavaderos, y de las mansiones de indianos. Todo ello compone una entretenida visita por la historia.
Qué ver en Lanestosa e itinerario:
A continuación desde Gailurretan os proponemos un recorrido que muestra los lugares más destacables de la villa:
Iniciamos nuestra ruta desde el parking ubicado en la calle Sáinz de Rozas, arteria principal de Lanestosa, que une Laredo con Burgos, N-629.
CASAS DE INDIANOS
La calle Sáinz de Rozas conformada a modo de ensanche a lo largo de la primera década del siglo XX, concentra las mansiones de indianos más significativas.
La tradición de emigrar a América fue especialmente notoria en la segunda mitad del siglo XIX. A la vuelta de destinos como Cuba, México, Argentina, Guatemala y Filipinas, muchos nestosanos construyeron sus viviendas para instalarse definitivamente en su localidad natal. Este proceso constructivo alteró la imagen de la villa creando una interesante mezcla junto con la arquitectura popular. Así, nos podemos encontrar en dicha calle de manera consecutiva hasta cinco mansiones de Indianos.
Casa Pedro Martínez González
En el nº 12, frente al parking, podemos ver la Casa Pedro Martínez González, quien emigró a Cuba donde llegó a tener un tostadero de café. En 1896 regresó a Lanestosa casado con la cubana Olimpia de la Paz y cuatro hijos. 1901 es el año en el que consta levantado este inmueble.
Casa Antonio Echevarría Ortíz
A la altura del nº 8, nos encontramos con la Casa Antonio Echevarría Ortíz, quien también emigró a Cuba en 1985 regresando en 1902. Este edificio, terminado en 1906, resultó novedoso en relación al estilo arquitectónico residencial que predominaba en esa época en el municipio.
Casa Valerdi
En el nº 6, está la Casa Valerdi, promovida por José María Valerdi Murua que emigró a Guatemala donde se dedicó al comercio, volviendo a instalarse en Lanestosa tras liquidar sus negocios en 1879 para fijar su residencia en este inmueble en 1890.
Casa Vizcaya
Más adelante, en el nº 4, la Casa Vizcaya que toma su modelo arquitectónico de la “Casa Pedro Martínez González”. Inmueble promovido en 1912 por Mª Manuela Sainz Ferrer, dueña de “La Casona”, con objeto de que fuera la vivienda de su hijo Juan José Sainz Sainz y su nuera Olimpia Martínez de la Paz, ambos hijos de indianos.
La Casona
Situada en el nº 2, La Casona, una de las primeras casas promovidas por los indianos en Lanestosa. El impulsor del edificio fue Ramón Gallo Gutiérrez quién debió encargar el proyecto poco antes de 1872, fecha que figura en los antepechos de hierro de los vanos de la planta baja. Sin embargo en 1875, cuando aún estaba sin concluir, lo vendió por 40.000 pesetas a Juan Sainz Gutiérrez. Juan había emigrado a Filipinas donde llegó a poseer una fábrica textil y negocios de banca, atesorando una gran fortuna. La finalización de obras de este edificio tuvo lugar antes de agosto de 1880, fecha en la que la casa fue registrada.
El alzado del edificio es muy sobrio. Consta de tres pisos. La fachada trasera estaba presidida por galerías, algo casi general en la arquitectura residencial nestosana de la época. Con el tiempo la casa sufrió varias reformas en las que se incluyeron nuevos detalles ornamentales en referencia clara al mundo medieval y a las formas acastilladas presentes en toda Europa en esa época. Pesa a ello, mantuvo las pautas de sobriedad.
PLAZA NUEVA
A medida que con el crecimiento aumentaba el tráfico por la N-629 (carretera que corta y divide a la villa en dos partes), la Plaza Vieja perdió funcionalidad en cuanto a su capacidad para servir a las celebraciones colectivas. Este problema se resolvió en 1964, una huerta situada a espaldas de la iglesia parroquial, y bien comunicada con las arterias principales de la villa, se erigió como lugar perfecto para habilitar lo que hoy es la Plaza Nueva. Una bella propuesta porticada a base de recias vigas de madera de roble, punto de encuentro en las fiestas y celebraciones de la villa.
IGLESIA DE SAN PEDRO
Data del siglo XVI, fecha en la que se trasladó desde la orilla derecha del río Calera, ubicación originaria, al lugar que ocupa en la actualidad, junto a la Plaza Vieja, en el centro del pueblo. Es un templo renacentista construido con mampostería. En el interior, destaca el retablo mayor, que ocupa todo el testero de la iglesia.
CALLE REAL
El nombre de la calle viene dado por un hecho histórico. En 1517 el emperador Carlos V a su paso por Lanestosa de camino a su retiro en el Monasterio de Yuste pernocta en el denominado Palacio Colina, situado en el nº 13 de la calle. Al igual que el resto de las principales calles nestosanas, es prácticamente lineal y de piso completamente empedrado, características que las dota de gran personalidad y sobriedad, haciendo de la piedra su principal protagonista. Como edificios reseñables cabe señalar:
La casa de la abacería (nº4), de gran volumen y datada del año 1864 como se puede apreciar en la barandilla de forja del balcón. Destaca la fila de 5 pequeños vanos a modo de troneras que aparecen por encima de cada una de las puertas de su primer piso, algo que se repite en más construcciones de la villa. En su planta baja se sitúa la abacería del pueblo, que bien merece una visita, ya que existen muy pocos comercios como este en la actualidad.
La mansión ubicada en el nº5, de las pocas que disponía de edificios anejos destinados al servicio. El acceso a este último, se realizaba mediante la elegante puerta enrejada situada frente a la iglesia. El edificio se podría situar en la segunda mitad del siglo XIX. Destacar como es habitual en Lanestosa, la suntuosa galería de madera acristalada de la vivienda principal.
PALACIO COLINA
En el nº13 de la calle Real se encuentra el edificio residencial del siglo XVIII, de estilo barraco y carácter palaciego, pensado para hospedar a Carlos V en su viaje de retiro a Yuste. Es el edificio de mayor interés monumental de Lanestosa.
Juan Antonio Escudero Gilón, comerciante de Lanestosa establecido en Madrid, fue el promotor de esta construcción en el año 1761. Llama la atención de este edificio construido en mampostería su forma cúbica, con un tejado a cuatro aguas y tres plantas. Las dos primeras utilizadas como vivienda, y el camarote como almacén para guardar los productos de la huerta. En la fachada principal tiene dos arcos a modo de puerta de entrada. Sobre el arco derecho se sitúa el balcón de la sala noble con barrotería propia de la época, y más arriba, a la altura del desván, el escudo de armas, de tipo cuartelado en cruz, para las cuatro alianzas o apellidos que allí tienen acomodo.
Como curiosidad decir que este Palacio albergó una biblioteca, algo poco común en zonas rurales, y hasta principios del siglo XX también una importante colección de pinturas de los siglos XVII, XVIII y XIX. En la actualidad esta colección se encuentra repartida entre Madrid y Sopuerta.
CALLE MIRABUENO
Un poco más adelante del palacio finaliza la calle a la altura del cruce con la carretera general. En este punto nos encontramos con la Plaza de Mirabueno que alberga de frente, uno de los edificios más grandes de la villa de tipo residencial. Una placa de la fachada nos indica la fecha de su construcción: 1870. En esta calle destaca una vez más el protagonismo de la piedra, tanto en muros como en el firme. Además, son reseñables las pequeñas construcciones en forma de torreta que se alzan en el muro, de forma cilíndrica en el cuerpo, y rematadas en forma cónica con un adorno de bola.
CASA DE LABRANZA
Siguiendo el recorrido por la calle Mirabueno, al final de la misma, llegamos a esta casa de labranza, ubicada frente al Palacio de Bringas. Una casa única, desgraciadamente medio abandonada pero de gran interés patrimonial en lo que respecta a la arquitectura doméstica popular. La planta baja se destinaba a cuadras y la alta a vivienda. Característica diferencial de este edificio es la conformación de su cubierta que evacua a tres aguas, dos laterales mas una cola de milano hacia la fachada, con una balconada de madera dividida en dos tramos. Llama la atención, las cabezas de vigas en las que aparece decoración y una flor de lis esculpida en la piedra de la fachada, que os animamos a encontrar.
PLAZA VIEJA
La Plaza Vieja, de la Constitución, de la República, de España y desde 1992 Plaza Balcón de Bizkaia, posiblemente no fue un espacio definido en origen para conformarse como plaza, pero la disposición de sus calles y edificios han generado esta estructura, que ocupa el centro de la población adquiriendo una relevancia estratégica e instrumental. Las casas de la Plaza Vieja, de aspecto medieval, fueron habitadas en su momento por labradores del municipio, con una funcionalidad agropecuaria perdida con el tiempo a favor de la habitabilidad. Llama la atención sus grandes balconadas de madera, que reflejan un tipo de arquitectura doméstica bastante ajena a Bizkaia, y más afín a Cantabria.
CALLE CORREO y CALLEJON EMPEDRADO
Seguidamente cogemos la calle Correo. La cual debe su nombre a que en ella se situaba la estafeta.
Rebasado el nº6, bajo una farola a mano derecha, podemos encontrar un pequeño callejón con el empedrado más antiguo del casco urbano de la villa. Es fácil diferenciar el tipo de formación de las piedras que conformaban el firme original en comparación con el actual, con un tipo de “encachado” diferente. Piedras de río, de menor tamaño y más concentradas en el terreno.
Unos cuantos metros más adelante, cabe destacar las construcciones del nº 8, con sus dos escudos de igual tipología y cronología. Y el edificio del nº 5, donde se ubicaba la botica de la villa antiguamente; en su fachada aparece la inscripción de su posible fecha de construcción: 1892.
CALLE GUTIÉRREZ MARTÍNEZ
Al final de la calle Correo nos cruzamos con la calle Gutiérrez Martínez, en una bonita plazuela. En esta rúa, destacan el edificio del nº 10, por su balconada con balaustrada en madera y su arco de medio punto en la puerta; y el edificio del nº2, Casa de Biota, por sus dimensiones y gran amplitud del balcón de madera.
CALLE LEHENDAKARI AGUIRRE
Antiguamente llamada calle de la Rivera por su gran proximidad al río que discurre de manera paralela. Esta calle concentra uno de los segmentos más bellos de la arquitectura popular de la villa.
A la altura del nº5 se conforma una caprichosa plazuela empedrada con salida al puente viejo, antiguo paso principal para vadear el río. En este lugar hay que situar durante mucho tiempo el mercado de la villa, al ser el primer espacio abierto y abrigado nada mas sortear el río. Y el edificio nº 3 es uno de los más antiguos que conserva la villa.
PUENTE VIEJO
Lanestosa siempre fue consciente de que su importancia como pueblo estribaba en su esencia de villa caminera. Puerta hacia Castilla desde el Cantábrico. El puente unía Laredo con Burgos.
Se trata de un puente de arco de medio punto de 11 metros de luz y 2.60 metros de ancho de vía. Su construcción hay que situarla en el año 1760 por medio del procedimiento de subasta pública. Su construcción se convirtió en “razón de estado” hasta tal punto que, en solo 2 años se logró poner en pie. Con él la villa de nuevo se situaba en el lugar de importancia estratégica que siempre había tenido.
ANTIGUAS ESCUELAS Y LAVADEROS
Para finalizar el recorrido, nos dirigimos al edificio destinado a las antiguas escuelas, construido en el año 1888, por encima del nivel medio de los de Bizkaia. Se trata de una construcción de dos plantas. En la planta inferior estaban instaladas dos aulas, a la izquierda se situaban las niñas y a la derecha los niños. La primera planta estaba habilitada para las viviendas de los maestros. Sus ventanas abren a la fuente de la piña.
Los lavaderos se encuentran situados anexos a la parte derecha de la fachada de las escuelas. En la actualidad está destinado a consultorio médico.
Desde este punto hasta el final del recorrido propuesto quedan pocos metros.
Tradiciones y festejos de Lanestosa.
Asimismo, todos aquellos que visiten Lanestosa en el mes de agosto, tendrán la oportunidad de disfrutar de las distintas festividades del pueblo. Las fiestas de Nuestra Señora de las Nieves, que cada 5 de agosto acoge la danza de los arcos floridos, y la fiesta popular de San Roque, que se celebra el día 16 de agosto.
Alrededores de interés.
Los alrededores de esta pequeña y encantadora villa, enclavada en un estrecho valle y bañada por el río Calera, están rodeados de grandes macizos montañosos repletos de sendas y caminos, entre los que destaca la ruta del emperador Carlos V en su viaje al monasterio de Yuste. En la cueva de Los Judíos, reconvertida en KobenKoba, puede visitarse el primer centro de interpretación del arte rupestre paleolítico en Europa.
Otro de los puntos de interés histórico de esta antigua villa, es el restaurado Horno Calero, de principios del siglo XVIII, que se utilizaba para producir cal a partir de piedra caliza. Se sitúa en el barrio Polvorín, junto al Cementerio, camino de Ramales de la Victoria.
Visita guiada por la villa medieval de Lanestosa.
El Ayuntamiento de Lanestosa ofrece la posibilidad de concertar una visita guiada al casco histórico para admirar su rico patrimonio arquitectónico y conocer su historia. Además oferta un pack turístico para entrar al Centro de Interpretación Kobenkoba.
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